lunes, 14 de febrero de 2011

Entrevista con Jaques Province, médico haitiano residente en España

“Confío en el espíritu de lucha de mis compatriotas para reconstruir Haití”

María, Johana y Cheyenne, 4º ESO

La república de Haití es un país situado en la parte occidental de la isla La Española, que comparte con la República Dominicana, en el Caribe. Es el país más pobre de América y ha sufrido diversas catástrofes durante el año 2010: un terremoto, el huracán Thomas y recientemente una epidemia de cólera. Haití fue una colonia francesa durante el periodo napoleónico, de ahí que la lengua oficial sea el francés, y fue vendida a los Estados Unidos en la primera mitad del siglo XX.
El 12 de enero de 2010 se produjo en Haití un terremoto, con epicentro a 15 km de la capital, Puerto Príncipe, tras el que siguieron una serie de réplicas alrededor de la capital. Ha sido el más fuerte registrado desde 1770.
Los efectos causados por el terremoto han sido devastadores, no solo por su virulencia sino también por las deficientes construcciones del país. Sólo el terremoto ha causado más de 200.000 muertos; entre las edificaciones destruidas, además de algunos edificios de embajadas, se encontraba la sede de la ONU, donde veintidós funcionarios murieron. Entre las personalidades que fallecieron en el terremoto se encuentra Jimmy O. Barikad, artista de hip-hop haitiano y compañero musical del cantante Wyclef Jean, y monseñor Joseph Serge Miot, arzobispo de Puerto Príncipe. Estos efectos no hubiesen sido tan devastadores si el país no se encontrase en la pobreza absoluta.
Tras padecer el terremoto con más víctimas mortales de toda la historia, aún le esperaba el paso del huracán Thomas, que causó más de una decena de muertes en Santa Lucía. El Gobierno haitiano y la ONU pusieron en marcha el plan de urgencia después del huracán. La ONU facilitó medicamentos, comida y otros materiales de urgencia en diferentes regiones del país.
La OCHA asegura que tenía en Puerto Príncipe reservas suficientes para alimentar a un millón de personas durante seis semanas en caso de que fuera necesario; la principal preocupación era el riesgo en el que se encontraban el millón de haitianos que seguían durmiendo en tiendas de campaña y bajo lonas en más de 800 campamentos.

Haití sufre en la actualidad una epidemia de cólera que se ha cobrado ya casi 2.000 muertos y que tristemente sigue avanzando. Pero hay que recordar que Haití es un país que ha estado libre de cólera desde hace más de un siglo y que según afirma el epidemiólogo francés Renaud Piarroux la epidemia que ahora sufre Haití ha sido importada y que el brote forma parte de una pandemia que comenzó en Indonesia hace 49 años. Esta pandemia de cólera no está ligada al seísmo y no tiene un origen medioambiental, hay que destacar que las costumbres higiénicas de los haitianos tanto a nivel personal como con los alimentos son muy estrictas.

A pesar de la situación que está viviendo el país en la actualidad, hay que recordar que Haití ha sido un país pobre pero no mísero, en el que la gente vive, trabaja y disfruta de la vida.


Ahora tenemos el placer de tener con nosotras a Jaques Province, un haitiano que vino a España con 20 años; es un hombre que se dedica a la medicina en un pequeño pueblo llamado Dos Aguas, y nos va a hablar sobre su punto de vista del país y cómo vivió sus años allí.
-¿Qué diferencia existe entre la forma de vida de los haitianos y la de los españoles?
Desde el punto de vista climático, los haitianos vivimos más en la calle que los españoles, puesto que tenemos una temperatura veraniega durante todo el año. Desde el punto de vista económico, vivimos en un nivel más bajo que los españoles, claro. Pero creo que somos más alegres, nos gusta cantar, bailar… La familia tiene mucha importancia para nosotros: somos como un clan. 
-¿Qué medidas está adoptando el gobierno haitiano para solucionar los graves problemas del país?
Nada o casi nada, acaban de celebrarse elecciones presidenciales, hay posibilidad de un cambio de gobierno y que sea presidido por una mujer. Yo personalmente tengo la esperanza de que ella pueda hacer algo para solucionar estos problemas, que no son pocos.
-¿Cuál fue tu reacción al volver al país donde naciste?
Pues fue un momento de confusión, una mezcla de alegría y tristeza. Alegría por volver a ver esta tierra que me vio nacer después de unos treinta años de haber salido de la isla, y tristeza al ver las malas condiciones en las que se encontraba todo, que poco tenía que ver con como yo lo había dejado.
-¿Cómo viven tus conocidos lo ocurrido allí?
Al igual que yo, con tristeza y resignación y con ganas de reconstruir el país. Todo eso con esperaza y sin deprimirse porque el carácter haitiano no invita a la depresión.
- ¿En definitiva qué piensas sobre el futuro del país?
Bueno, pues es verdad que el país está destrozado en estos momentos, pero confío en el espíritu de lucha de mis compatriotas para reconstruirlo y para que sigamos siendo gente humilde y alegre como hasta ahora.
Muchas gracias, Jaques, por estar hoy con nosotras y enseñarnos otra visión del pueblo haitiano en la que se ve que, a pesar de los problemas, los haitianos siguen alegres y felices.